martes, 9 de marzo de 2010


Alguna vez pude ver cómo danza el viento,
jugando a delizarse entre mis manos,
mi cara,
mi ropa y sangre.
Mientras que intento entrar a la foto de al lado,
me olvido del mar que lleno de arena mis poros.
Así, tan llena y tan sola, friego mis ojos con mis puños,
para ver si puedo comprender al momento en el que estoy inmersa.
Sí, recuerdo todavia mis momentos lúcidos,
cuando aún sentía a quién me mirara.
Sí, puedo tantear con mis palmas tu cara,
pero no me dice nada.
Dibujo con mis dedos cansados restos de mi alma,
encierro en el fondo de mi garganta a las palabras perdidas,
aquellas que no salen, pero son,
aquellas que no son porque fueron silenciadas.
Mis labios no se mueven, son indiferentes,
son músculos caprichosos, conectados directamente con tu mente.
Primero pensás, luego hablás..
y así, letra tas letra, creás una historia,
tal vez dos historias, o tres,
quíen sabe.
Palabras tras accion creas un tiempo inmenzo,
y solo uno,
tan lento, tan corto.